Ganadería en extensivo: nuestro modelo de cría tradicional

Estamos en la provincia de Lugo, en la zona centro-oriental, en un sistema montañoso que hace frontera natural con Asturias. Tenemos un clima de montaña con una temperatura media anual que no supera los 10°C y todos estos factores influyen en nuestro trabajo como ganaderos y ganaderas.

Nuestras vacas están adaptadas a las condiciones climáticas y geográficas de un territorio donde la ganadería en extensivo se mantiene desde hace siglos. Heredamos de nuestros antepasados los prados y los montes, pero también una forma de entender la relación de la ganadería con el medio ambiente, con el bienestar animal y con el cuidado de la naturaleza.

Pastoreo tradicional

Nuestra forma de pastoreo y cuidado del ganado, fue pasando de generación en generación e incorporando los saberes de cada momento. Nuestro ganado pasta en libertad y se alimenta de manera natural. En muchas de nuestras ganaderías las vacas y los terneros están siempre al aire libre, en otras se recogen los animales por la noche para las cortes y se sacan por el día a pastar.

Los ganaderos y ganaderas guiamos el ganado a través de la montaña y llevamos a cabo prácticas de rotación del pastoreo, donde los animales se mueven de un área a otra para permitir que el pasto se regenere y así se evite la sobrecarga del suelo.

La base de la alimentación de nuestros animales es completamente natural: la leche materna, los pastos y forraje o cereales naturales. Esto hace que su carne tenga un sabor y una calidad únicos.

Cumplimos con los más exigentes estándares agroalimentarios para certificar nuestros productos con la IGP Ternera Gallega Suprema y tenemos varias ganaderías asociadas que producen en ecológico.

Nuestra actividad ganadera ayuda a la conservación del medio ambiente, manteniendo la biodiversidad y actuando para mitigar el cambio climático y los incendios, ya que nuestras vacas tienen limpio el monte y transitables los caminos por los que pasan.

La preservación de estas prácticas tradicionales tiene un gran valor económico, social y ambiental, además de que garantiza la conservación del paisaje y del modo de vida de nuestra zona.

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